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10 quesos franceses que hay que probar

El queso es un asunto serio en Francia: se estima que la gente consume más de 20 kg por cabeza al año y que se producen más de 1000 tipos diferentes en todo el país. De ellos, 45 benefician de la AOC (Appellation d’Origine Contrôlée) y 38 de la AOP (Appellation d’Origine Protégée). En este artículo, hemos seleccionado para ti los que creemos que son los 10 quesos franceses que deberías probar al menos una vez en la vida.

1.  Comté

El Comté es, probablemente, el queso francés más conocido y amado con el sello AOP. Cada año se producen alrededor de un millón y medio de piezas de queso y cada una de ellas pesa unos 20 kg.

El queso tiene un sabor dulce y graso a pesar de haber sido envejecido durante al menos 4 meses.

La pasta se caracteriza por el hecho de que cambia de color y consistencia según las estaciones: es una pasta semidura de color marfil durante el invierno, mientras que se convierte en un queso de consistencia mantecosa y de color amarillo pajizo a medida que avanza el verano.

¿La mejor manera de disfrutarlo? Usándolo para la fondue.

2. Camembert

Casi tan famoso como el Comté, el Camembert es considerado el símbolo de la región de Normandía.

Este queso se caracteriza por un olor muy fuerte, una textura suave y cremosa y una corteza blanca y florida.

Parece que el origen de la producción de este queso se remonta a la Revolución Francesa. Se dice que fue un agricultor fugitivo de la región de Brie quien enseñó a un agricultor del pueblo de Camembert cómo prepararlo.

Durante una visita a Marsella, te sugerimos que participes en una Ruta Gastronómica de la ciudad para degustarlo en una versión muy especial: aquí el Camembert se sirve relleno de Pastis y a la parrilla.

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3.  Brie

El Brie se produce en la región francesa del mismo nombre, que está a unos cincuenta kilómetros de París y tiene la etiqueta AOC desde 1980.

Este queso de leche cruda, caracterizado por una pasta blanda y suave y una corteza blanca y florida, es uno de los quesos franceses más exportados en el mundo.

Puede parecerse al Camembert, pero a diferencia del Camembert, se tarda 8 semanas en fabricarlo en vez de 4 semanas.

Durante una estancia en la capital francesa, debido a su proximidad a la región de Brie, entre los platos a probar en París recomendamos este queso, rey de las tablas de fiambres y quesos que so usan en los aperitivos, pero tambiénes  perfecto para la preparación de sándwiches con verduras a la parrilla.

4.   Cantal

El nombre de este queso proviene del distrito del mismo nombre en la región de Alvenia-Rodano-Alpes, el único lugar donde se puede producir.

El cantal tiene una larga tradición detrás y ha sido consumido por los franceses desde la Edad Media.

Este es un queso prensado sin cocer llamado mie (miga) por su textura desmenuzable.

La mejor manera de probarlo es en pureza.

5.  Reblochon

Con su forma circular y arrugada y su textura suave, cremosa y aceitosa, el Reblochon es un queso que se produce a grandes altitudes durante los meses de verano en los pastos de las montañas. El territorio es el de la Alta Saboya.

Se suele servir con pain de champagne, un pan con levadura natural, pero también es excelente cuando se funde o se cuece en el horno.

6.  Beaufort

El Beaufort es un queso de grasa dura con un período de maduración medio a largo. La maduración tiene lugar en bodegas húmedas que caracterizan el fuerte sabor que el queso adquiere con la maduración.

Este queso forma parte de la familia del Gruyère y es considerado el rey de los quesos por su tamaño: una pieza de queso pesa unos 50 kg. A diferencia de la mayoría de los quesos suizos, no tiene agujeros en el interior y no es un queso de corteza lavada.

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7.  Chèvre

Durante siglos, los quesos frescos de leche de cabra estaban considerados menos nobles y de uso diario, pero hoy en día son inevitables en las mesas de los franceses y en las mesas de degustación.

El chèvre se presta a numerosas preparaciones: desde ensaladas hasta canapés.

8.  Cancoillotte

La leyenda dice que este queso cremoso nació de la lucha de dos gigantes: Cancoillotte y Yotus. Durante la pelea, Yotus dejó caer un frasco de leche cuajada en el caldero de la chimenea y Cancoillotte, el ganador de la pelea, le dio el nombre al queso.

La cancoillotte se produce en el este de Francia y especialmente en la zona del Franco Condado.

Está hecho de un bloque de cuajada de leche: se calienta y se funde lentamente añadiendo agua o leche y mantequilla.

Se puede comer tanto frío como caliente y es excelente para untar en el pan.

9.  Roquefort

El Roquefort es uno de los quesos franceses más famosos. Caracterizado por rayas verde-azules, este queso de leche de cabra con hierbas envejece durante al menos 90 días en cuevas en las laderas de la montaña Combalou.

La historia de Roquefort se remonta al siglo XI y es un símbolo histórico de la región de Causses y de los valles del Aveyron.

10. Bleu d’Auvergne

Para terminar, el último de los quesos franceses que recomendamos probar es el Bleu d’Auvergne, similar al Roquefort pero hecho con leche de vaca.

El queso nació en 1850 gracias a un experimento de un joven agricultor que intentó contaminar la leche con un moho azul encontrado en el pan de centeno.

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Entonces, ¿te hemos convencido a probar los excelentes quesos franceses?

Recuerda que si estás planeando un viaje a Francia, puedes probarlos con nosotros. Actualmente organizamos Rutas de comida en París, Marsella, Burdeos, Lyon, Niza y Aix – en- Provenza.

Durante los recorridos, todos guiados por gente local, tendrás la oportunidad de visitar la ciudad, descubrir sus curiosidades y anécdotas y parar en los mejores restaurantes (aquellos amados por los locales) para probar los productos y platos locales!

¡Te estamos esperando!